10.2010
Una línea del cielo (o zerulerro) es tan extensa como la suma de sus tejados. La de Pamplona, sin ser infinita, se reconoce mejor cuanto más cerca se coloca uno de sus balcones. Por eso, como excepción que confirma el sentido de las cosas, esta mirada entera se reparte en cuatro miradas con su propio significado entero...
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